Más allá del conflicto: lo que Chomsky reveló
sobre la economía de guerra
Columna invitada: Octavio de la Torre
Publicada en Milenio: Aquí puedes leer la columna
Para el lingüista y filósofo Noam Chomsky, los conflictos armados no son solo respuestas a crisis políticas, sino mecanismos deliberados del poder para mantener una economía basada en la dependencia, el miedo y la extracción. En su obra Manufacturing Consent advierte cómo los medios y el aparato estatal construyen narrativas que legitiman la guerra mientras ocultan sus verdaderos beneficiarios: corporaciones armamentistas, petroleras y bancos.
La economía de guerra, según Chomsky, no es un accidente: es una estrategia. Sostener un conflicto permite justificar presupuestos militares desproporcionados, controlar territorios, asegurar recursos naturales y aplazar reformas sociales. Y aunque genera crecimiento a corto plazo, como lo demuestran los casos de Rusia o Estados Unidos, perpetúa un modelo donde la desigualdad se profundiza y el desarrollo humano se subordina a intereses geopolíticos.
Hoy, en pleno 2025, vemos esta dinámica con claridad. El aumento del petróleo beneficia a ciertos sectores, pero presiona la inflación global. El gasto militar crece. Las guerras modernas no se libran solo con armas, sino con narrativa, deuda y mercados. Y México debe ser muy consciente de ello.
Chomsky plantea que el verdadero desafío no es cómo adaptarse a la guerra, sino cómo construir una economía de paz. Una donde la innovación sea civil, el gasto público fortalezca el bienestar y la ciudadanía tenga voz crítica. Una economía descentralizada, democrática, justa y enfocada en el largo plazo.
Para México esto implica elevar el debate. No basta con reaccionar a los intereses de otros países o a los cierres logísticos, arancelarios, geopolíticos, migratorios y de seguridad. Hay que repensar el modelo de desarrollo. Apostar por la soberanía tecnológica, una política energética integral y un liderazgo empresarial que mire más allá del trimestre y entienda su rol como constructor de paz.
Porque como bien advierte Chomsky, el poder no cede por sí solo. Se limita cuando hay conciencia, organización y visión. La guerra no debe ser nuestra normalidad. La paz y la seguridad debe ser nuestro proyecto económico más ambicioso.
Octavio de la Torre de Stéffano
Presidente de Concanaco Servytur
Fuente: Milenio